No obstante, la ‘obra’ de arte no cayó bien entre algunos seguidores de Hillary y la muñeca terminó tirada en el piso, con gente que se le sentaba encima o la pateaba, señala el portal Mashable.

Uno de los transeúntes increpó a una mujer que estaba dañando la muñeca: “Usted está dañando propiedad privada”, le decía el hombre, mientras que la mujer le respondía con un equivalente a “ábrase”.

La mujer protestaba, según CBS News, porque la estatua es una ofensa a la mujer

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