Allí afirmó que siente “el gusto amargo y áspero de la injusticia”. Ante los 81 senadores, constituidos en jueces y dirigidos por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, como garante constitucional del proceso, Rousseff insistió en su inocencia y avisó que “no esperen” de ella “el obsequioso silencio frente a los cobardes que pretenden atentar con el Estado de Derecho”.
“Vengo a mirar directamente a los ojos de sus excelencias y a decir con la serenidad de quien nada tiene de qué responder que no cometí crímenes de responsabilidad”, dijo.

“Soy acusada injusta y arbitrariamente”, insistió Rousseff, que reiteró que las acusaciones de maniobras fiscales en las que se basa el juicio político en su contra son “pretextos para derribar a un Gobierno legítimo” y “viabilizar un golpe” amparándose en la Constitución.

También le puede interesar:

  • 71 muertos y 98 heridos, deja atentado con carro bomba en Yemen
  • Juan Gabriel le cantó ‘Las mañanitas’ a Nicolás Maduro, en 2013Recordó que su compromiso político se remonta a los años de lucha contra la dictadura militar, cuando fue torturada y encarcelada, un periodo en el que “tenía miedo de la muerte y de las secuelas de la tortura”. “Pero no cedí, resistí”, agregó.

    Ahora, “a los casi 70 años, después de ser madre y abuela, nunca renunciaría a los principios que siempre me guiaron: Tengo un compromiso con mi país, con la democracia y el Estado de Derecho”.

    “He sido intransigente en la defensa de la honestidad y la gestión pública”, subrayó.

    “No lucho por mi mandato, por vanidad o apego al poder”, añadió. “Lucho por la democracia, por la verdad y la justicia, por el pueblo de mi país”, afirmó la presidenta suspendida de Brasil, que se mostró serena y utilizó un tono firme en su discurso ante el pleno del Senado.

EFE

Temas relacionados:

LO ÚLTIMO