Este escenario no es nuevo y ante la escasez los creyentes son los que colaboran con los insumos, pero estas ayudas no son suficientes, señaló El Nacional, de Venezuela.

Cabe resaltar que las personas también sufren la crisis por la escasez de alimentos en sus hogares, pero hacen el esfuerzo de contribuir a las iglesias para que las monjas puedan fabricar las hostias hasta que se normalice la distribución.

El pasado domingo una de las iglesias principales en el estado Mérida, “se quedó sin harina, se quedó sin hostias”. Ante la escasez las dividen “por la mitad para que la gente pueda recibir la comunión”, relató Edward Molina, párroco de una de estas iglesias, en Blu Radio.

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El religioso agregó en la emisora que si falta por completo la hostia “se hace la comunión espiritual, una oración que no es que sustituya pero donde se pide al señor que se haga presente espiritualmente, se llama comunicación espiritual”.