¿El motivo? Su abuelo, Paul Kenyon, había cometido un error en el formato para adquirir la visa. En un espacio del documento se hace esta pregunta: “¿Intenta participar o ha participado alguna vez en actividades terroristas, espionaje, sabotaje o genocidio?”. El hombre, por error, marcó “Sí”, informa Independent.

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Kenyon, sorprendido, dijo que no podía creer que no se hubieran dado cuenta de que se trataba de un error, y que un bebé de 3 meses de edad no le podía hacer daño a nadie. Para cumplir su entrevista, el bebé tuvo que hacer un viaje de 10 horas (con su familia, claro) desde Poynton, Cheshire, hasta Londres, la capital británica El desplazamiento duró media hora más de lo que hubiera tomado el viaje transcontinental.

En esta fotografía aparecen el bebé implicado y su abuelo, causante de la confusión:

Según el testimonio del abuelo, ninguno de los funcionarios de la embajada parecía “tener sentido del humor”, y no le podían ver el lado gracioso al error. Sin embargo, en la entrevista, el bebé se comportó a la altura y no lloró ni una vez. Sobre su error, Kenyon bromeó:

Obviamente él (el bebé) nunca ha participado en genocidios o espionaje, pero sí saboteó algunos pañales, aunque no les dije eso en la embajada estadounidense”.

Aunque naturalmente el bebé ya no es considerado como un terrorista, el trámite les costó a él y a su familia perder el viaje, ya que la nueva visa no llegó a tiempo, precisa The Guardian. Por eso, el abuelo tuvo que pagar 3.000 libras esterlinas para reagendar el viaje del niño, su madre y el compañero de ella. No en vano, el hombre describió su lapsus como “un error muy costoso”.

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