“Desde un comienzo concebimos este documento [la Tarjeta de Movilidad Fronteriza – TMF] como un medio para facilitar la movilidad en frontera sin descuidar la seguridad”, señaló el director de Migración Colombia, Christian Krüger, citado en un comunicado de su despacho.

La frontera colombo-venezolana fue cerrada en agosto de 2015 por orden del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y reabierta de forma restringida para el paso de peatones un año después.

En el tiempo que permaneció abierta durante 2016 hubo 16 millones de entradas y salidas entre los dos países.

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De quienes entraron a Colombia, el 70 % lo hicieron para comprar víveres y medicamentos, el 20 % para visitas médicas y el 10 % a visitas familiares.

El director de la autoridad migratoria colombiana apuntó que la regulación de movilidad para los ciudadanos venezolanos se mantiene de acuerdo a las zonas establecidas con anterioridad, mientras que los beneficiarios de la TMF, que en un comienzo se había establecido serían solamente habitantes de frontera, se ha ampliada a todos los ciudadanos del país vecino.

Sin embargo, esos ciudadanos venezolanos beneficiarios de una TMF solo podrán ingresar a zonas de frontera en Colombia, según aclararon a Efe fuentes de Migración Colombia.

Krüger precisó que a partir del 1 de agosto las autoridades colombianas empezarán a imprimir las tarjetas para aquellos ciudadanos venezolanos que han realizado su prerregistro ante la autoridad migratoria.

Este documento, que tendrá un costo de 15.000 pesos colombianos (unos cinco dólares), contará con una serie de medidas de seguridad como chips y códigos de barras para evitar su falsificación.

EFE

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