La mujer, de nombre Erika Hurt, aún sostenía la aguja con la cual se había inyectado la sustancia sicoactiva, presuntamente heroína, reporta CNN.

En el vehículo se encontraba un bebé de tan solo 10 meses de edad, que estaba llorando cuando llegó la policía, que de inmediato llevó la mujer al hospital y le impuso cargos por negligencia infantil y posesión de drogas y elementos para suministrarlas, reporta el sitio Rollingout.

En entrevista con el diario británico Daily Mail, una persona que compartió fotos de la mujer en estado de sobredosis dijo que estaba preocupado por esta epidemia de padres que se drogan delante de sus hijos o en lugares públicos, sin importarles las consecuencias de sus acciones.

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