Según dijo su hija Rosa Isela Guzmán Ortiz en una entrevista con el diario británico The Guardian. El líder del cártel de Sinaloa la había regalado una casa en California y “poco después vino a ver la casa, su casa, vino dos veces”, después del sonado encuentro que tuvo en octubre con el actor estadounidense Sean Penn y la mexicana Kate Del Castillo, aseguró Rosa Isela.

La hija de “El Chapo” no especificó la fecha exacta de esas visitas ni cómo logró el escurridizo capo ingresar a Estados Unidos.

“Le pregunté lo mismo, créeme”, bromeó su hija, una empresaria de 39 años.

Consultada por la AFP, Jackie Wasiluk, una vocera de la agencia de Inmigración y Aduanas estadounidense (CBP, en inglés), dijo: “No tenemos información que sustente las denuncias hechas en los medios”.

“El Chapo” Guzmán fue recapturado el pasado 8 de enero en Sinaloa (norte) y ahora se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano, de donde se fugó de forma espectacular en julio pasado a través de un túnel kilométrico cavado debajo de su celda que dejó en ridículo al gobierno de Enrique Peña Nieto.

“La fuga de mi papá fue un acuerdo”, afirmó Rosa Isela, quien en la entrevista dijo además que su padre ha financiado las campañas de importantes políticos que, a cambio, le protegían.

“Todo lo que sé es que mi padre le dijo a su abogado que diera algunos cheques para campañas (políticas) y pidió que a cambio se le respetara”, manifestó la hija del narcotraficante adelantando que la familia está deliberando si hace públicos esos cheques con los nombres de los supuestos políticos que aceptaron su ayuda.

Antes de su captura en febrero de 2014, el capo había estado prófugo 13 años después de haberse fugado de una cárcel de máxima seguridad de Jalisco (oeste) supuestamente escondido en un cubo de la ropa sucia.

“Desesperado” por no poder dormir ante las fuertes medidas de vigilancia en El Altiplano, Guzmán pidió esta semana a su defensa agilizar su extradición a Estados Unidos, algo que había tratado de evitar antes.

Dos abogados, Juan Pablo Badillo y José Luis González Meza, iniciaron una huelga de hambre frente al penal como medida de protesta por su trato en prisión, aunque familiares del capo no se juntaron al ayuno, contrario a lo que habían anunciado los letrados.

AFP

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