Ahora está retirado de las competencias y disfruta del retiro en imperio multinacional de cría Ashford Stud, propiedad de Coolmore Stud y ubicado en Kentucky, Estados Unidos.
Según cuenta Ahmed Zayat, su propietario, su caballo pasó de ser un campeón de carreras de caballos a ser un semental; lo mejor de lo mejor. Es “una bestia en la pista y un oso de peluche en el establo”, afirmó a Bloomberg.
Y es que el negocio de las carreras no resultó ser tan rentable como el de la cría y en esto también es campeón American Pharoah. Una cita de una yegua con este semental vale 200.000 dólares (por sesión) y ya hay decenas de ellas con ganas de conocerlo.
Según CNN, cuando era corredor en las grandes competencias, las ganancias que dejó el caballo fueron de alrededor de 8’500.000 dólares. Sin embargo, lo más seguro es que se vean opacadas por las ganancias por sus crías.
“La inversión bien valdría la pena si su cría puede producir la mitad de los resultados que el semental logró en su breve carrera de 11 competencias”, agrega CNN.
Ashford Stud, ubicado en las colinas de ese estado norteamericano y reconocido por sus caballos, se rige por estrictas normas. Según Bloomberg, entre los requisitos principales está que cualquier potro que resulte de un proceso de inseminación artificial o clonación no es elegible para registro. En contraste, los caballos de pura sangre deben ser producto de la acción en vivo, totalmente natural entre los caballos.
En el caso de American Pharoah, es tal la fama que ha alcanzado que tiene su propio perfil en Instagram, en donde es seguido por más de 10.000 seguidores. La temporada de cría para este semental, agrega Bloomberg, comenzó el 15 de febrero pasado.
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