La semana pasada, el secretario de Justicia, Jeff Sessions, había advertido que las personas que ingresen ilegalmente al país junto a sus hijos serán separadas de estos.

Citando un correo electrónico enviado al Pentágono por el Departamento de Salud, el Washington Post indicó que integrantes del gobierno federal visitarán bases militares en Texas y en Arkansas, en el sur del país.

Según el diario, los menores de 18 años no acompañados y los menores separados de sus padres en la frontera serían alojados en estos establecimientos.

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Se trata, de acuerdo al correo electrónico consultado por el Washington Post, de visitas preliminares, y ninguna decisión al respecto ha sido tomada hasta el momento.

La AFP intentó sin éxito recabar declaraciones de funcionarios del Pentágono y del Departamento de Salud.

Durante una visita a la zona fronteriza en los estados de Arizona y California la semana última, Jim Sessions afirmó que todo adulto que pretenda ingresar a Estados Unidos junto a un hijo sería demandado judicialmente y probablemente separado del menor.

“Si usted no quiere verse separado de su hijo no le haga atravesar la frontera ilegalmente. No es culpa nuestra si usted lo hace”, señaló el secretario.

Según un funcionario del Departamento de Salud citado por el Washington Post, los establecimientos destinados a los niños están completos en 91% de su capacidad. Las medidas de combate a la migración clandestina que se plantea el gobierno republicano harían que estos centros se vean desbordados.

En julio de 2014, Estados Unidos conoció un nivel récord de arribo de niños provenientes de América Central. Ese año, unos 60.000 menores atravesaron la frontera.

En el período más duro de la crisis, la administración demócrata de Barack Obama utilizó bases militares en California, Oklahoma y Texas para alojar a miles de niños, indicó el Washington Post.