Durante una conversación por teléfono, el presidente Donald Trump y el primer ministro Shinzo Abe “reafirmaron que la alianza Estados Unidos-Japón está preparada para defender y responder a cualquier amenaza o acción que tome Corea del Norte”, explicó la Casa Blanca en un comunicado.

Ambos declararon además su “unidad con respecto a aumentar la presión sobre el régimen para cambiar este peligroso camino”.

En otra llamada telefónica con el presidente chino Xi Jinping, Trump “elevó la creciente amenaza que supone el programa nuclear y balístico de Corea del Norte”, señaló el gobierno estadounidense.

“Ambos líderes reafirmaron su compromiso para desnuclearizar la península coreana”, subrayó.

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La Casa Blanca no mencionó sin embargo si Trump y Xi hablaron de una isla controlada por Pekín en el Mar de China Meridional, a pesar de que la conversación tuvo lugar pocas horas después de que Washington enviara un destructor lanzamisiles a la zona.

China calificó la presencia del buque de guerra estadounidense como “una serie provocación política y militar”.

El USS Stethem se acercó a menos de 12 millas náuticas de la isla Triton, situada en el archipiélago de las islas Paracel, un territorio que también reivindican Taiwán y Vietnam, dijo a la AFP un funcionario estadounidense.

El gobierno estadounidense ha manifestado públicamente su hartazgo con el líder norcoreano, Kim Jong-Un, quien en los últimos meses ha ordenado el ensayo de varios misiles en contra de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Trump había depositado sus esperanzas en que Pekín presionara a Pyongyang, en aras de su relación bilateral, pero la semana pasada declaró que los esfuerzos chinos han sido en vano.

El presidente estadounidense ha optado por pedir sanciones contra el hermético régimen, en lugar de tratar de establecer conversaciones mediante los canales diplomáticos.

El viernes pidió “una respuesta firme” a las acciones de Corea del Norte durante una reunión con el líder surcoreano Moon Jae-In en la Casa Blanca, pero ambos líderes no lograron trazar una estrategia conjunta.

“La paciencia estratégica con el régimen de Corea del Norte fracasó. Ha fracasado por muchos años. Francamente, la paciencia se acabó”, declaró.

La presión estadounidense se ha acentuado después de que Pyongyang liberara hace unas semanas en estado de coma al estudiante Otto Warmbier, que fue arrestado hace 18 meses. El joven murió pocos días después de regresar a su país.

Con AFP