“Nuestra esperanza es que Bashar Al Asad no forme parte de este futuro”, indicó Tillerson ante algunos periodistas durante una cumbre del G7 en Lucca (norte de Italia), tras haber insistido en la necesidad de que el pueblo sirio decida su futuro político.

Adicionalmente, Estados Unidos espera que Rusia deje de apoyar al presidente sirio, ya que acciones como el ataque con armas químicas de la semana pasada le han restado toda legitimidad, dijo este martes Tillerson.

“Está muy claro que el reinado de la familia Assad está llegando a su fin”, dijo el secretario de Estado poco antes de viajar hacia Moscú.

“Esperamos que el gobierno ruso concluya que se ha alineado con un aliado poco fiable con (el presidente sirio) Bashar al-Assad”, enfatizó.

Por cuenta de los ataques con gas y el posterior contraataque de EE. UU. sobre bases aéreas rusas, las relaciones con Rusia viven su momento más complicado desde el final de la Guerra Fría, dijo este martes el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado, a pocas horas de que llegue a Moscú el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson.

El artículo continúa abajo

La declaración culpa, sin embargo, a “la anterior administración de EE. UU.”, la de Barack Obama, por haber hecho “todo lo posible para empeorar las relaciones” bilaterales, y por ello afirma que esperan que la visita de Tillerson sea “productiva”.

“Confiamos en que haya unas negociaciones productivas. Esto es importante no solo para el futuro desarrollo de nuestra cooperación bilateral, sino para la situación general en la arena internacional”, afirmó el Ministerio.

La cancillería no dudó en acusar a la administración Obama tanto de la guerra en Siria como del conflicto en Ucrania, dos de los principales temas que tratarán este miércoles 12 de abril en su reunión Tillerson y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.

“Los intentos de culpar a Rusia que se llevaron y se llevan a cabo por el ‘establishment’ político estadounidense son una hipocresía. No fuimos nosotros los que provocamos la revuelta anticonstitucional en Ucrania, ni tampoco prendimos la hoguera de la llamada primavera árabe”, subraya la nota.

Moscú dejó claro que no va a ceder a las presiones anunciadas por Washington sobre el apoyo al régimen del presidente sirio y reiteró que pedirá a Tillerson explicaciones sobre el ataque de EE. UU. a una base área siria, además de insistir en una investigación imparcial del uso de armas químicas en el país árabe.

“Rusia no va a renunciar a sus legítimos intereses y sólo aceptará cooperar de igual a igual, algo que tampoco ahora gusta a todo el mundo en Washington. Pero estamos abiertos a un diálogo de lo más sincero sobre cualquier cuestión de la agenda bilateral e internacional”, advierte el comunicado.

La lucha contra el terrorismo, la no proliferación de armas de destrucción masiva y la solución de conflictos regionales son algunos de los asuntos en los que, según Moscú, los objetivos de los dos países coinciden y ambos tienen la necesidad de normalizar las relaciones bilaterales.

Con información de AFP, Efe y Reuters