Esta versión contrasta con el anuncio realizado por Pyongyang, que afirmó que su nuevo modelo de misil balístico intercontinental (ICBM) bautizado Hwasong-15 fue probado de forma exitosa y que es capaz de portar una cabeza nuclear de gran tamaño y alcanzar “todo el territorio de Estados Unidos”.

Seúl detectó comunicaciones de radio entre el misil y su centro de control en el momento del lanzamiento, aunque éstas se cortaron a mitad del vuelo del proyectil, dijo Lee en una rueda de prensa recogida por la agencia local Yonhap.

“En este sentido, es difícil decir que el lanzamiento haya sido un éxito”, dijo el primer ministro surcoreano, quien no obstante reconoció que el Norte “ha alcanzado una fase próxima a completar un misil balístico intercontinental”.

Las capacidades de los misiles de Pyongyang “se están haciendo más sofisticadas a un ritmo rápido en todos los aspectos, incluyendo tiempo y distancia de vuelo”, añadió el primer ministro.

El misil recorrió una distancia de 950 kilómetros en 53 minutos antes de caer al Mar de Japón (“Mar del Este” en las dos Coreas) y alcanzó un apogeo de 4.475 kilómetros, según detalles ofrecidos por Pyongyang y que concuerdan con los que manejan Seúl, Washington y Tokio.

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Estos datos indican que se trata de la mayor altura alcanzada hasta la fecha por un proyectil norcoreano, lo que implica un nuevo y peligroso avance en el programa de armas del régimen.

Teniendo en cuenta que el misil ha sido lanzado con un ángulo muy abierto, algunos expertos creen que el proyectil podría haber recorrido en un vuelo normal más de 13 mil kilómetros, suficiente para alcanzar Washington o cualquier parte continental de Estados Unidos.

Se trata del primer proyectil que Pyongyang lanza en dos meses y medio, desde que el pasado 15 de septiembre disparó un misil de alcance medio que sobrevoló precisamente el norte de Japón antes de caer al mar.

El primer ministro surcoreano también señaló que la nueva prueba podría ser una respuesta del Norte a la reciente decisión de Estados Unidos de volver a incluir al país en la lista de patrocinadores del terrorismo y calificó de “poco realista” la opción del diálogo con Pyongyang a la vista de sus crecientes provocaciones.

Asimismo, los máximos responsables militares de Corea del Sur y Estados Unidos mantuvieron una conversación telefónica para reforzar su coordinación ante el nuevo desarrollo armamentístico norcoreano, informó en un comunicado el mando militar conjunto.

Los generales Jeong Kyeong-doo y Joseph F. Dunford destacaron su “firme resolución” para responder a cualquier nueva provocación del Norte y señalaron que esto quedó demostrado con el ensayo con misiles realizado por Seúl cerca de la frontera marítima oriental con Corea del Norte poco después del test de Pyongyang.

Con EFE

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