Raul Jungmann, ministro de Defensa del país, dijo:

“En este momento ya hay tropas federales aquí, en el palacio de Itamaraty (cancillería), y ya están llegando tropas para asegurar la protección de los edificios ministeriales”.

Grupos de jóvenes manifestantes encapuchados atacaron con piedras y palos varios ministerios a lo largo de la avenida que conduce al Congreso y consiguieron invadir una sala del Ministerio de Agricultura, donde prendieron fuego.

De su lado, la policía lanzaba gases lacrimógenos y bombas de ruido contra la multitud.

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Llamar al ejército es “una medida extrema del gobierno Temer y la señal clara de que se perdió el control, con consecuencias muy malas para nuestra democracia y para las instituciones”, dijo André Cesar, analista político y socio de la consultora legislativa Hold en Brasilia.

Entre 35.000 personas y 100.000, según cifras de la Secretaría de Seguridad del Distrito Federal y de los organizadores, respondieron al llamado sindical para exigir el fin de los programas de austeridad y la salida de Temer, que batalla por su supervivencia política desde hace una semana.

Reporteros de la AFP dieron parte de escenas de gran confusión, varios focos de incendio y choques entre agentes y manifestantes.

“Me estoy yendo porque eso ya era una escena de guerra”, dijo a la AFP Fabio Ferreira, un funcionario del Ministerio de Planificación, reportando destrozos en el edificio donde trabaja.

Con AFP

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