[Al final de esta nota encontrará un sondeo para que comparta su opinión]

Grizz salió corriendo hacia la pista del aeropuerto de Auckland, donde estuvo unas tres horas pese a los intentos del personal de seguridad del aeropuerto para recuperarlo, informó el NZ Herald.

La compañía encargada de la seguridad, Avsec, indicó que Grizz “se asustó” cuando intentaban subirlo de madrugada a un vehículo y que cuando lo encontraron en la pista no dejaba que nadie se le acercara, según la televisión TV3.

Avsec dijo que “lo intentaron todo” para recuperarlo, incluido comida, juguetes y otros perros.

La dirección del aeropuerto optó por ordenar a la Policía que abatiera al perro después de que su huida hubiera causado retrasos en dieciséis vuelos nacionales e internacionales.

No era el resultado que nadie hubiese querido, y solo se requirió la inervención de la policía como último recurso”, declaró el inspector Tracy Phillips.

La decisión tuvo muchos contradictores y generó críticas en diversos sectores, que insisten en que debía existir otra solución, que respetara la vida de Grizz, como dardos tranquilizantes, reseña el medio local Stuff.

Sin embargo, el director de la Asociación Veterinaria de Nueva Zelanda dijo al medio citado que esa idea era sencillamente irreal:

Simplemente no hay acceso fácil a las pistolas tranquilizadoras y dardos en Nueva Zelanda, e incluso si las autoridades logran poner sus manos en una a tiempo, hay muchos otros factores a tener en cuenta, como lo cerca que está el animal, el peso del animal, la edad y la cantidad de adrenalina que corría a través de su cuerpo”.

Los perros de seguridad de Avsec están especializados en la detección de explosivos y su entrenamiento puede costar hasta unos 70.000 dólares (unos 205 millones de pesos colombianos).

Al respecto, el diario Stuff publicó un sondeo, que reproducimos a continuación:

Con información de: EFE

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