En la embajada de Suecia, Dylan leyó un discurso después del banquete del Nobel en el que afirmó que:

“Si alguien me hubiera dicho que yo tenía la más mínima posibilidad de ganar el premio Nobel, habría pensado que mis posibilidades eran tantas como las de estar en la luna”.

Este es el primer discurso en el que agradece formalmente a la Academia Sueca por su elección, un fallo audaz que sorprendió en los círculos culturales, acostumbrados a decisiones más convencionales.

“Ni una sola vez tuve tiempo de preguntarme: ¿acaso mis canciones son literatura?”, afirmó Dylan, destacando que “verdaderamente no existen palabras” para describir el honor de ver su nombre junto al de otros galardonados como Rudyard Kipling, Albert Camus o Ernest Hemingway.

La ausencia de Dylan en la ceremonia hizo correr ríos de tinta. Se disculpó parcamente, arguyendo tener “otros compromisos”.

La cantante Patti Smith interpreto una de sus canciones, “A Hard Rain’s A-Gonna Fall”, que tuvo que interrumpir debido a la emoción y que luego consiguió terminar de interpretar, animada por el caluroso aplauso del público.

Con AFP

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