Sobre esa medida, Spicer había expresado su profundo desacuerdo. Esto agudiza la crisis del gobierno de Estados Unidos, confirmaron hoy varios medios de prensa locales.

Trump ofreció el puesto a Scaramucci sobre las 10 de la mañana de este viernes y pidió a Spicer que se quedara en su equipo, pero el hasta ahora portavoz de la Casa Blanca le insistió en que consideraba su decisión como un “grave error”, según una persona con conocimiento directo del intercambio que cita The New York Times.

El gobierno de Donald Trump atraviesa serios problemas con la prensa, ya que además de los enfrentamientos directos que ha protagonizado, ha hecho pública en varias ocasiones su disconformidad sobre cómo la Casa Blanca gestiona su relación con los periodistas.

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A finales de mayo, Trump amenazó con poner fin a las ruedas de prensa del Ejecutivo, algo que no se ha materializado, aunque sí ha reducido considerablemente el número de encuentros de sus portavoces con la prensa, que ahora en su mayoría tienen lugar sin presencia de cámaras.

Desde una Casa Blanca que ha llegado a argumentar que defiende “hechos alternativos” a los de la prensa, Spicer se ha quejado una y otra vez sobre la cobertura “negativa” y “desmoralizante” que, a su juicio, la mayoría de los medios generalistas hacen sobre Trump.

Tras meses de rumores sobre su posible salida del cargo, Spicer llegó a entrevistar a candidatos para sustituirle en la tarea de dar conferencias de prensa, aunque su objetivo era ocupar un puesto de mayor rango, relacionado con la estrategia comunicativa de la Casa Blanca, según múltiples informes de prensa.

Ante esos rumores, es posible que las aspiraciones de Spicer fueran precisamente ocupar el puesto que hoy el magnate le ofreció a Scaramucci, un cargo cuyas funciones estaba ejecutando el exportavoz de forma interina desde que Mike Dubke renunciara al puesto hace dos meses.

EFE