Lo mismo sucederá en otros locales comerciales y colegios, en solidaridad con esta protesta contra la política antiinmigración del presidente Donald Trump.

“Indocumentados, residentes, ciudadanos, inmigrantes del mundo entero. Unámonos todos”, se lee en un afiche levantado en las redes sociales llamando a la huelga.

“Señor presidente, sin nosotros y sin nuestro aporte, este país se paraliza”, continúa el llamado. “Los inmigrantes hacen grande a EE. UU.”, dice otro cartel, informa The Chicago Tribune.

La iniciativa lanzada el pasado fin de semana y sin organización centralizada fue al inicio poco resaltada. Pero el anuncio de que sería acompañada por grandes restaurantes de la capital estadounidense pareció inspirar a otros locales de Washington, pero también de Nueva York, Filadelfia en Incluso Austin, Texas.

El chef hispanoestadounidense José Andrés, en conflicto con Donald Trump, decidió cerrar cinco de sus restaurantes “en apoyo” a los empleados, dijo en Twitter.

Las puertas de uno de sus establecimientos, China Chilcano, “se mantendrán abiertas para servir a nuestros clientes y ofrecer un lugar de trabajo” a aquellos empleados que no quisieran unirse a la protesta, indicó su gerencia, sin precisar si los manifestantes serían remunerados.

Algunos patrones explicaron que sus empleados serían remunerados, otros que tomarían días de permiso.

José Andrés entabla un litigo con el presidente estadounidense luego de renunciar a abrir un restaurante en el lujoso y flamante nuevo Hotel Trump de Washington debido a las propuestas del magnate contra los inmigrantes mexicanos durante la campaña electoral. Trump le reclama miles de millones de dólares por romper el contrato.

Otros restaurantes del centro de Washington también anunciaron un servicio a media máquina o un cierre total el jueves.

En Nueva York, los dueños de la cadena Blue Ribbon señalaron que cerrarían siete restaurantes. Varios mesones y comercios en Filadelfia, y otras ciudades de la costa este, también anunciaron cierres, según la prensa local.

La iniciativa se origina tras los anuncios la semana pasada del arresto para deportación de más de 680 personas en situación irregular en varias ciudades de Estados Unidos, que despertaron pánico en las comunidades de inmigrantes.

Un estimado de 11 millones de personas viven de manera clandestina en Estados Unidos, en su mayoría inmigrantes de origen mexicano. Según el instituto de investigación Pew, los sin papeles representaban alrededor de 9% de los empleos en el sector de hotelería y restaurantes en 2014.

La iniciativa será “un golpe en el estómago para Washington”, publica The New York Times, pues estos son restaurantes ubicados en la zona centro de la capital estadounidense. Los restaurantes que no abrirán son: Zaytinya y Oyamel, y tres restaurantes Jaleo.

Con información de AFP

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