Los agentes tenían información prioritaria del sujeto, que llegó a la madrugada del domingo pasado al aeropuerto internacional Rajiv Gandhi, en el distrito de Shamshabad. Por eso, lo interceptaron en cuanto tocó tierra.

En un primer momento, al sujeto se le descubrieron 8 barras de oro escondidas en unas lámparas LED que llevaba, pero después se dieron cuenta de las demás, que estaban en su sistema digestivo. Uno de los oficiales afirmó que la carga completa de 20 lingotes tiene un valor en el mercado indio de 5,91 millones de rupias (más de $ 250 millones), informa The New Indian Express.

Las autoridades en India ya están acostumbradas a este tipo de tráfico, por lo que están especialmente entrenados para detectar cualquier clase de filtración, incluyendo las más extremas, como paquetes escondidos en boca, intestinos, oídos, vagina o recto, como en este caso.

Un oficial de la Dirección de Inteligencia de Ingresos, citado por The Times of India, dijo que un ladrón que lleva unas piezas de oro como estas en su recto es un experto, porque es muy difícil que alguien se pueda mover cómodamente con una carga similar dentro de su cuerpo.

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