“Necesito saber dónde está (mi hija). ¡Que alguien me ayude! La distancia es demasiada y el dolor me invade”, dijo desde Colombia a la radio mexicana Fórmula Aleida María Guisao, madre de Yesly Tatiana, desaparecida desde diciembre pasado junto con 3 hombres también colombianos.

El cuerpo de uno de los hombres fue encontrado, días atrás, decapitado y desnudo en la zona urbana de Cancún, en el este del país. Fue identificado por la fiscalía del estado de Quintana Roo sólo por sus iniciales, aunque medios locales lo señalan como Joan Sebastián Espinosa Urrego.

La fiscalía “se encuentra recabando entrevistas y datos de prueba para establecer una línea de investigación en relación a la denuncia presentada por familiares sobre la desaparición forzada de cuatro personas originarias de Colombia”, señala un comunicado de la institución.

Guisao aseguró que la fiscalía de Quintana Roo, donde se encuentra Cancún, no la ha contactado y que sólo la han buscado autoridades consulares de Colombia para que presente una denuncia formal y le tomen muestra de ADN.

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La madre explicó que su hija, Yesly Tatiana, originaria de Antioquia, llegó a Cancún en mayo, que trabajaba en una estética de cortes de cabello y que ahorraba para ayudar a su familia.

Según medios locales, el joven hallado sin vida tenía 23 años y formaba parte de una red de préstamos de dinero a una tasa de interés elevada, actividad ilegal en México.

La prensa local señala también que al lado del cuerpo del colombiano había un mensaje atribuido al crimen organizado.

Cancún es el destino vacacional mexicano que más turistas extranjeros recibe, sobre todo estadounidenses.

Grupos criminales se disputan desde hace varios años este balneario, tanto por la venta al menudeo de drogas como por ser un punto estratégico para el tráfico hacia Estados Unidos, lo que se ha acompañado por un repunte de la violencia.

Desde diciembre de 2006, cuando el gobierno lanzó un polémico operativo militar antidrogas, se han registrado cerca de 200 mil muertes violenta, según cifras oficiales que no distinguen cuántos casos están ligados al crimen organizado.

Con AFP