Además de la evacuación de todas esas personas, el operativo requirió de la interrupción del tráfico ferroviario en la estación central desde las 13:00 hasta las 15:00, hora local.

El artefacto fue localizado hace unos días durante unas obras en la calle Heidestrasse, en el barrio en el que se encuentra parte del barrio gubernamental, oficinas de medios de comunicación y la clínica universitaria Charité.

Según declaraciones a Efe de la portavoz de la policía, Konstanz Dassler, “la bomba se encontraba enterrada a mucha profundidad” y aunque “los especialistas la han catalogado como ‘no peligrosa’, es necesario desactivarla”.

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La bomba, de 500 kilogramos, forma parte de uno de los más de 3.000 artefactos de la Segunda Guerra Mundial que a día de hoy siguen enterrados bajo suelo en Berlín, según datos de 2017 recogidos por la administración municipal.

Por su parte, la empresa de ferrocarriles alemana Deutsche Bahn organizó un dispositivo para informar y desviar a los pasajeros afectados a otras estaciones, con el fin de paliar los efectos sobre el tráfico ferroviario.

La medida de seguridad incluyó también el cierre de todos los comercios de la estación central y el traslado de los propios empleados de ferrocarriles.

Como consecuencia de la operación se prevé un impacto en el funcionamiento del transporte metropolitano, dependiente del tráfico procedente de la estación central.

La policía berlinesa utilizó redes sociales como Twitter para informar con regularidad sobre el desarrollo del operativo, en el marco de un protocolo adoptado en anteriores ocasiones ante avisos de paquete bomba o atentados terroristas.

Con EFE