Las víctimas atendían este jueves el incendio y derrumbe de la estructura de 15 plantas en la capital de Irán. Los bomberos y soldados, ayudados por perros rastreadores, buscaban entre los escombros del rascacielos Plasco, que se vino abajo tras cuatro horas de un intenso incendio.

A media jornada, había “70 heridos, de los cuales 23 fueron hospitalizados”, declaró el jefe del servicio de urgencias Pir Hossein Koolivand, en un balance preliminar de las víctimas del incendio y el derrumbe.

El Plasco Building se desplomó completamente por la mañana en medio de una gigantesca nube de polvo, según las imágenes difundidas en directo por la televisión pública iraní.

Los ocupantes del edificio, uno de los más altos construidos en la capital de Irán, fueron evacuados poco antes del derrumbe pero había decenas de bomberos en su interior intentando apagar las llamas. Este edificio construido en 1962 albergaba un centro comercial y varios talleres textiles.

“Habíamos advertido varias veces a los responsables del edificio” de que no era seguro, declaró un portavoz de los bomberos, Jalal Maleki, quien lamenta que no tuvieran en cuenta las advertencias.

Pone como ejemplo la cantidad de ropa almacenada en la escalera, “lo que es contrario a las normas de seguridad”.

El incendio duró cuatro horas. Se declaró en la novena planta y se propagó hasta la decimoquinta, según los bomberos.

Antes del derrumbe, la televisión difundió imágenes en las que se veían llamas enormes saliendo de las últimas plantas.

El edificio fue construido por el próspero empresario judío Habibollah Elghanian, quien, después de la revolución islámica de 1979, fue condenado a muerte y ejecutado por sus presuntos vínculos con Israel.

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