La demanda se centra en el hecho de que Trump optó por seguir como dueño de su empresa cuando se convirtió en presidente de Estados Unidos. En ese momento, dijo que iba a cambiar sus negocios a una especie de fideicomiso que manejarían sus hijos para evitar posibles conflictos de interés, informa The Washington Post.

A pesar de eso, el fiscal de Washington, Karl A. Racine, y el de Maryland, Brian E. Frosh, aseguran que Trump ha roto varias promesas de mantener separados sus deberes como presidente de sus negocios privados. Por ejemplo, uno de sus hijos, Eric, dijo que su padre seguiría recibiendo actualizaciones sobre el estado financiero de su compañía.

El documento será entregado en una corte federal de Maryland, y en ella se dice que el presidente violó las cláusulas constitucionales al aceptar pagos de gobiernos extranjeros sin el consentimiento del congreso del país, explica CNN.

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La demanda dice que hay “violaciones constitucionales sin precedentes” de parte de Trump, ya que, según los fiscales, el hecho de que el presiente haya optado por mantenerse como dueño de un emporio empresarial ha permitido que se relacione profundamente con muchos entes gubernamentales extranjeros y nacionales, lo cual debilita la integridad del sistema político estadounidense.

En caso de que un juez federal permita que el caso proceda, los fiscales dicen que uno de los primeros pasos será pedir copias de las declaraciones de renta de Trump, las cuales se ha negado a mostrar, para ver el alcance de sus negocios en el extranjero. Esa lucha, dicen, podría llegar incluso hasta la Corte Suprema, donde los abogados del presidente tendrían que explicar por qué tal declaración debería permanecer en privado.

El medio capitalino menciona algunos casos que evidenciarían la falta de Trump. Por ejemplo, la embajada de Kuwait hizo una celebración en uno de los hoteles del presidente, a pesar de que había planeado hacerlo en uno de otra cadena. De igual manera, desde Arabia Saudita se han hecho reservas en hoteles de Trump por medio de intermediarios desde que él llegó a la presidencia del país. Además, Turquía hizo otra celebración en el mismo alojamiento, y el embajador de Georgia se hospedó allí también.

La demanda de los jueces podría representar un nuevo dolor de cabeza para el presidente Trump, que en las últimas semanas ha estado en ‘el ojo del huracán’ por el polémico proceso de la supuesta intervención de agentes rusos en las elecciones presidenciales de 2016.

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