Las victorias del No en Colombia, el Brexit en Reino Unido y Trump en Estados Unidos han puesto en duda al sufragio universal como forma de tomar decisiones políticas.

Una nueva propuesta denominada epistocracia ha ido tomando cada vez más fuerza.

Según El Mundo, es un concepto que defiende que solo deberían votar los que están más preparados. Para sus defensores, la mayoría de los electores son unos ignorantes y, por lo tanto, se debería realizar un examen para asistir a las urnas.

Ese medio aclara que es un término sugerido, en primera instancia, por Platón y después perfeccionado por el filósofo y profesor en la Universidad de Georgetown Jason Brennan en su último libro, Against Democracy (Contra la democracia).

Cuando se trata de información política, algunas personas saben mucho, la mayoría de la gente no sabe nada y mucha gente sabe menos que nada”, dice el libro

El Mundo señala que el libro de Brennan explicó que el mayor problema de las democracias es que han eliminado cualquier incentivo para que cada votante utilice su poder con criterio. Lo anterior se da, según Brennan, porque los electores no creen que su voto sea realmente decisivo para definir unas elecciones.

Además, el diario español formula una comparación muy reflexiva basándose en los postulados de Breenan. Según el artículo, dejarles toda la responsabilidad a unos votantes irresponsables, es como dejarles nuestra salud a un médico que no ha estudiado medicina.

En nuestro sistema, un voto individual después de una cuidadosa deliberación produce los mismos resultados que votar lanzando una moneda al aire”, manifestó Brennan

El periodista Sergio Prada opinó lo siguiente en su columna que llamó “Epistocracia”:

La idea tiene fundamento, se acabaría la compra de votos, se acabarían los gobiernos desastrosamente populistas, seguramente se acabaría la financiación ilegal o cuasilegal de las campañas, y se acabarían las odiosas campañas políticas”.

En conclusión, la epistocracia propone que solo aquellos con un grado suficiente de información, de educación, y de conciencia política deberían tener en sus manos la tan poderosa herramienta del voto.

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