Todo parece indicar que la amenaza del candidato republicano obedecía a una meticulosa estrategia para desestabilizar a Clinton a escasas horas para el gran debate por la Casa Blanca.

La directora de la campaña de Trump, Kellyanne Conway, aclaró que no invitaron formalmente a Gennifer Flowers, quien habría sostenido un romance con el expresidente Clinton entre 1983 y 1992 mientras el mandatario era el gobernador de Arkansas.

La campaña de Hillary Clinton calificó de frívola la mención que hizo Trump de Flowers.

“Si esto es sobre lo que Donald Trump quiere que sea el debate, es asunto suyo”, dijo a ABC el director de la campaña demócrata, Robby Mook.

“Es una estrella de tele-realidad. Tiene mucha experiencia en entretenimiento de televisión. La presidencia no es un entretenimiento”, agregó Mook, aludiendo al programa “The Apprentice” (El Aprendiz) que protagonizaba Trump.

El candidato republicano se ha referido en varias oportunidades a las infidelidades de Bill Clinton, que ocupó la Casa Blanca por dos períodos entre 1993 y 2001.

El candidato republicano ha criticado a Hillary por no haber dejado a su esposo debido a sus infidelidades.

Trump mencionó a Flowers luego de que el millonario inversor Mark Cuban, quien ha criticado al aspirante republicano y apoya a Clinton, acordara sentarse en primera fila del debate que será emitido por televisión y para el cual se espera una audiencia de 90 millones de personas.

“Si el zopenco de Mark Cuban de fracasada fama de benefactor quiere sentarse en la primera fila, tal vez yo ponga a Gennifer Flowers justo a su lado!” tuiteó Trump, él mismo un magnate inmobiliario.

Complicando aún más las cosas, una cuenta de Twitter ligada al sitio oficial de Flowers señaló que ella asistirá al debate, y sugirió que respalda a Trump.

“Hola Donald. Sabes que estoy de tu lado y definitivamente estaré en el debate!…”, señala el tuit, con un emoticón de beso al final.

Con información de AFP.