“Esa constitución, junto con el aumento de los precios del petróleo, desató una transformación socialista en Venezuela. Permitió que Chávez redistribuyera parte de la riqueza estatal a los pobres, nacionalizara bienes extranjeros y se volviera sumamente popular entre sus partidarios”, dice ‘The New York Times’, quien agrega que Maduro quiere retomar lo que Chávez dejó pendiente.

Pero desde que el dictador Nicolás Maduro asumió la presidencia, Venezuela empezó a enfrentar problemas económicos. “El Producto Interno Bruto (PIB) se ha contraído y la inflación se ha disparado”, por lo que para el Chavismo la solución para terminar la crisis es la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), indica El Espectador.

Maduro sostiene que esta medida es necesaria para frenar la violencia y salvar la economía de un país que, pese a su riqueza petrolera, sufre una severa escasez de alimentos y medicinas.

La constituyente que pretende cambiar la carta magna cuenta con el apoyo de los poderes judicial, electoral y militar, pero más de un 80 % de la ciudadanía rechaza su gestión y un 72 % su proyecto, según Datanálisis.

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Sin embargo, a medida que Maduro avanzó con su iniciativa, fue poniendo a su país en colisión con Estados Unidos, comprador de 800.000 barriles de los 1,9 millones que produce, y con gobiernos de Latinoamérica y Europa, señaló AFP.

“Esa falsa constituyente no va a cumplir ninguno de los objetivos que ellos tenían trazados, el primero tener un financiamiento paralelo no autorizado por la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) a nivel internacional porque ya toda la comunidad internacional les ha dejado claro que no van a reconocer ese fraude [electoral]”, Fredy Guevara, dirigente de la Mesa de la Unidad Democrática, citado por la agencia EFE.

Entre tanto, la oposición sostiene que el verdadero objetivo de la es redactar una Constitución a la medida del mandatario para aferrarse al poder, agregó la agencia AFP.

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