Este es otro caso de brutalidad policiaca contra la población afrodescendiente y ocurrió este miércoles 6 de julio en la ciudad de St. Paul, Minnesota, EE. UU., durante un retén de tránsito rutinario, informa The New York Times.

En el vehículo viajaban una mujer, su novio (quien conducía) y la hija de esta, cuando los pararon en un retén.

Según lo que narra la mujer mientras va haciendo el video, el policía de rasgos chinos le pidió la licencia de conducir a su pareja, Philando Castile, de 32 años. Cuando el conductor iba a esculcar su bolsillo, el agente le disparó a quemarropa en 4 ocasiones porque presuntamente pensó que la víctima iba a sacar un arma.

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En el video, que la mujer grabó con su teléfono móvil, se muestra a la víctima ya agonizante a su lado, con el vientre ensangrentado y el policía aun apuntándole con el arma a través de la ventana abierta.

Se nota que el agente está en un estado muy alterado, pues jadea y grita, mientras que la mujer, con mucha calma, le recrimina que ojalá no haya matado a su novio, al tiempo que le reitera que él no es ningún delincuente y que solo iba a sacar el documento de la billetera que el mismo oficial le había pedido.

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El caso está siendo investigado por las autoridades, mientras que los vecinos del lugar ya se han pronunciado respecto de este abuso, que es el segundo contra hombres negros esta semana.

Poco después, otro agente de la policía (compañero del que disparó) le pide a la mujer que baje del auto. Esta sigue grabando pero deja el teléfono en el piso, con la cámara apuntando al firmamento, aunque se escucha cuando comienza a llorar, luego de ser notificada que su novio murió.

El video está sin editar y puede herir susceptibilidades, por lo cual pedimos discreción.

En Estados Unidos, cuando un policía hace que un vehículo se detenga, el conductor debe mantener las manos sobre el volante mientras el agente le da instrucciones. Incluso, se recomienda que una vez el agente pida los documentos, los movimientos con las manos deben ser muy suaves, como lo hizo la víctima, que de nada le sirvió, pues presuntamente encontró la muerte a manos de un policía en extremo nervioso y paranoico.

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