“La pena que impongo al acusado por el asesinato” de “Reeva Steenkamp es de seis años de prisión”, declaró la jueza Thokozile Masipa ante la sala abarrotada del tribunal de Pretoria.

La pena mínima por un asesinato en Sudáfrica es de 15 años, que fue lo solicitado por la fiscalía. Sin embargo, la jueza enumeró una serie de factores atenuantes, como el de que de creyó que estaba disparando a un intruso que se había colado en su casa.

“Las circunstancias atenuantes se imponen a los factores agravantes. Estimo que hay circunstancias atenuantes que justifican el no imponer la pena mínima de 15 años por asesinato”, expuso la jueza.

Al conocer la sentencia, Pistorius, vestido con un abrigo gris, una camisa blanca y una corbata negra, abrazó y besó a su hermana Aimée, sentada detrás de él.

Inmediatamente después fue escoltado por las fuerzas de seguridad hacia una célula, en el subsuelo del tribunal.

El exatleta paralímpico sudafricano, de 29 años y doble amputado, que corría con una prótesis en cada pierna, siempre afirmó que mató a su novia, la modelo Reeva Steenkamp, por error.

Según su relato, en la madrugada del 14 de febrero de 2013, oyó un ruido extraño en el baño de su dormitorio, donde estaba su novia, y disparó cuatro veces a través de la puerta pensando que era un ladrón.

Una versión inaceptable para la justicia, que centró su atención en la intención de matar por parte del acusado, independientemente de la identidad de la víctima.

Apelación posible

Desde el 20 de octubre de 2015, Pistorius estaba bajo arresto domiciliario en casa de su tío, en Pretoria, después de haber pasado un año en prisión. Allí seguía purgando sus cinco años de prisión por “homicidio involuntario”, la pena inicialmente impuesta.

Sin embargo, en diciembre pasado, un tribunal de apelación recalificó la acusación como “asesinato”, con lo que la pena mínima en teoría pasaba a 15 años.

La sentencia de este miércoles podría no ser todavía el final de la saga judicial, ya que las partes podrían presentar un recurso contra la duración de la pena.

Durante el juicio, seguido por las televisiones de todo el mundo, el acusado y su abogado Barry Roux trataron de sensibilizar al jurado sobre la vulnerabilidad física del exatleta y las circunstancias de la muerte de su novia.

Así, a mitad de junio, el campeón, vestido con un pantalón corto de ciclista y una camiseta, se levantó, se quitó las prótesis y anduvo sobre sus muñones por la sala llena del tribunal de Pretoria.

En una entrevista acordada al canal británico ITV y difundida a fines de junio, la primera desde el drama, Pistorius afirmó que su novia preferiría verlo purgar su pena ayudando a los más vulnerables, y no en prisión.

“No quiero volver a la prisión. No quiero desperdiciar mi vida allí”, dijo en la entrevista. “Si me otorgaran la oportunidad de redimirme, me gustaría ayudar a los menos afortunados”.

“Quiero pensar que si Reeva pudiera mirar hacia bajo y verme querría que yo pudiera vivir esa vida”, añadió.

El séxtuple campeón paralímpico entró en la leyenda el competir contra atletas válidos en los Juegos Olímpicos de Londres-2012, y durante años fue elogiado como un ejemplo de superación y esfuerzo, antes de caer en desgracia.

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