Liu murió este jueves a los 61 años como consecuencia de una cáncer de hígado. Berit Reiss-Andersen, presidenta del comité, declaró:

“Encontramos profundamente perturbador que Liu Xiaobo no haya sido trasladado a un establecimiento en el que hubiera podido recibir un tratamiento médico adecuado, antes de que su enfermedad entrara en fase terminal”.

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“El gobierno chino tiene una gran responsabilidad por su muerte prematura”, añadió en un comunicado.

“Ante la mirada del mundo entero, China eligió (…) mantener el aislamiento de su prisionero”, lamentó Reiss-Andersen.

El comité Nobel había atribuido en 2010 el prestigioso galardón a quien fuera líder del movimiento democrático de la plaza Tiananmen, por su “largo combate no violento a favor de los derechos humanos fundamentales en China”.

Detenido en su país por subversión, Liu no pudo ir a buscar el premio a Oslo y, durante la ceremonia de entrega, su silla quedó vacía.

Con EFE