El año pasado, asegura el medio ibérico, los delincuentes comercializaron 940 toneladas de cocaína y con ello lograron romper su propio récord del 2015 (646 toneladas), pues las áreas cultivadas pasaron de 96.000 hectáreas a 146.000, según cifras del Sistema de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI), dependiente de la ONU, citadas por el medio.
Para colmo, el periódico dice que esas cifras están maquilladas, y que en realidad son unas 200.000 hectáreas en Colombia las que estarían cultivadas con coca, el principal insumo para producir base o pasta de coca con la cual se obtiene la cocaína.
El diario hace una crítica al gobierno colombiano en el sentido que su política de sustitución de cultivos no ha surtido los efectos deseados porque los campesinos pronto se dan cuenta de que los sembradíos legales son menos rentables que los de coca.
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Respecto de los tristemente célebres récords del país en ese sentido, la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca había dicho en marzo pasado que Colombia estaba en la capacidad de producir 700 toneladas de cocaína al año, y esa cifra se quedó corta según las cifras actualizadas que destaca el medio español.
El diario explica que el dinero que reciben los campesinos colombianos por cada kilo de base de coca ha bajado ostensiblemente, de 676 a 382 euros, lo que explicaría en parte el incremento de las áreas cultivadas, pues quienes viven de ese negocio ilícito necesitan cubrir el bajón de precios con un mayor volumen de producción.
Para justificar la afirmación de que la escalada de la cantidad de coca sembrada en el país ha aumentado desde que el país entró en la recta final del acuerdo de paz con las Farc, el diario cita las palabras del ministro colombiano para el posconflicto, Rafael Pardo: “Mientras haya coca, no habrá paz en Colombia porque algún grupo ilegal armado aparecerá para comprarla”.
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