La controversial norma fue tomada en el Henderson High School de Auckland, Nueva Zelanda, luego de que la rectora sustituta, Cherith Telford, reuniera a las estudiantes de grado 11 para decirles que bajaran la falda de su uniforme al nivel de la rodilla, según informa The Guardian.

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Telford añadió que la medida buscaba crear “un ambiente seguro para el personal masculino”, lo que ha causado controversia porque envía el mensaje de que “las mujeres son responsables del comportamiento sexual de los hombres”, según dijo la conferencista feminista Deborah Russell para el diario británico Guardian.

Sade Tuttle, una estudiante del colegio señaló que no se oponía a la regla, sino al pensamiento tras este. “Las reglas en sí no son el problema; el problema es cuando estos códigos apuntan directamente a las niñas porque su cuerpo es algo sexual y distractor”, dijo la joven a Newshub.

De acuerdo con la directora ejecutiva de la organización Rape Crisis, para víctimas de violación, está bien que los colegios tengan código de vestido, pero que la instrucción de alargar la falda refuerza el pensamiento de culpar a la víctima y decirle a las adolescentes que “son responsables de su propia seguridad.”

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