Sucedió en las calles de La Habana, donde un transeúnte comienza a grabar el cuerpo sin vida tirado en la mitad de la vía, y pasan varios minutos antes de que los empleados de la funeraria se percaten de la ausencia del cadáver y regresen a buscarlo, informa el portal argentino Diario Uno.

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La parte entre macabra y jocosa se presenta cuando los de la casa fúnebre llegan, estacionan la camioneta, sacan una camilla e intentan subir el cuerpo a la camilla, tarea que durante unos momentos se torna casi imposible.

Incluso, los torpes empleados se sienten incómodos con el peatón que los está grabando y le hacen señas para que deje de hacerlo. Al final, se dan ‘mañas’ de subir el cuerpo pero porque un tercero les ayuda.

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