Desde hace unos diez días, Turquía se enfrenta a una serie de incendios en varias regiones del país. El lunes, 50.000 personas tuvieron que ser evacuadas, especialmente en Izmir y Hatay, en el sureste. Cada verano, Turquía se enfrenta a incendios, facilitados por la sequía, pero este año la situación es especialmente alarmante. En Izmir han fallecido dos personas. Según las autoridades, algunos focos están controlados, pero siguen surgiendo nuevos incendios. Varios de ellos estarían relacionados con líneas eléctricas dañadas.