Hace cerca de un año, mientras decenas de miles de migrantes acudían a Alemania, la canciller alemana intentó tranquilizar a su país repitiendo una máxima: “¡Lo lograremos!”.

Sus detractores ven en los ataques la prueba de su fracaso, pero Merkel reiteró el jueves en Berlín durante una rueda de prensa su determinación. “Estoy hoy, como ayer, convencida de que lograremos llevar a buen puerto esta prueba histórica”, insistió, “vamos a lograrlo y ya hemos conseguido muchas cosas”.

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Los yihadistas “quieren cuestionar nuestra disposición para acoger a la gente que sufre. Lo rechazamos con firmeza”, dijo la líder conservadora.

“La gente tiene miedo” después de los recientes atentados o ataques, pero “el miedo no puede servir de fundamento para la acción política”, destacó. “Un país como Alemania no puede renunciar a su responsabilidad humanitaria, sino que, al contrario, debe asumirla”, recalcó la mandataria.

Por otro lado, la canciller anunció algunas medidas para facilitar la expulsión de refugiados a quienes se les haya rechazado el asilo o que infrinjan la ley y para detectar mejor la radicalización islamista entre los solicitantes de asilo.

Además, Merkel evocó la posibilidad de que el ejército alemán intervenga para mantener la seguridad interior en el caso de que se produzcan grandes atentados, algo que supondría un gran cambio para Alemania, donde las competencias de los militares están muy delimitadas desde la época nazi.

‘Impacto psicológico’

La canciller se encuentra bajo una alta presión desde que dos atentados, reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), fueran cometidos en el lapso de una semana en Baviera (sur) por solicitantes de asilo. Uno, cerca de un festival de música en Anasbch el pasado domingo y otro, el 18 de julio, en un tren, en Wurtzburgo. Por otro lado, un joven desequilibrado mató a nueve personas en Múnich el 22 de julio, aunque se trataba de un acto no vinculado al islamismo radical.

Tras haber recibido a más de un millón de refugiados en 2015, el número de llegadas de refugiados al país se ha reducido considerablemente: unos 100 diarios en la actualidad.

Con todo, la tasa de desempleo en Alemania se mantuvo sin cambios en julio con respecto a junio, en el 6,1%, según datos de la Agencia de Empleo alemana, una muestra de que el mercado de trabajo alemán sigue siendo sólido pese a la llegada de refugiados.

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