Cualquier médico en Canadá puede solicitar acceso a la diacetilmorfina, una presentación farmacéutica de la heroína, bajo un programa especial, en el que un pequeño grupo de pacientes puede recibir el medicamento para tratar su adicción, informa el Washington Post.

Actualmente existe en Vancouver una clínica llamada Crosstown Clinic, financiada por el gobierno de la provincia de British Columbia, que realiza un ensayo clínico de heroína prescrita a adictos del que se benefician 52 pacientes con permiso especial para recibir sus dosis.

Con la aprobación del programa en todo el país, Crosstown podrá aumentar su base de pacientes y expandir el ensayo que adelantan desde 2005.

La medida, aprobada por el gobierno del primer Ministro Justin Trudeau, significa un revés para las políticas de salud impulsadas por el gobierno conservador que estuvo antes en el poder.

“Nuestra política es tomar la heroína de las manos de los adictos y no ponerla en sus brazos”, dijo Colin Carrie, miembro conservador del parlamento, quien se mostró en contra de la nueva medida.

Sin embargo, los defensores de este tipo de tratamientos para adictos que no han podido superar sus dependencias a través de otros medicamentos, dicen que de esta forma es posible hacerles un seguimiento médico, ya que deben acudir todos los días a la clínica y allí se les proporcionan jeringas limpias, lo que a largo plazo significa menos infecciones y un mayor control de las dosis.

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