El ministerio de salud de aquel país tiene como objetivo “evitar la homosexualidad, controlarla y obtener ayuda”, además de explicar sus “problemas y consecuencias”.

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Ante esta medida, los activistas por los derechos homosexuales condenaron el hecho, tildándolo de un “acto de odio y discriminación” contra esta comunidad.

Sin embargo, el vicedirector general de salud de Malasia, Lokman Hakim Sulaiman, aseguró que “nunca se intentó discriminar a algún grupo específico” y que la iniciativa trata “simplemente de alentar el conocimiento y la creatividad de los adolescentes sobre temas sexuales, de reproducción y salud”.

Malasia, un país en su mayoría musulmana, tiene prohibida oficialmente la homosexualidad y esta puede ser sancionada con penas de prisión, multas e incluso castigos corporales.

AFP

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