La operación estuvo a cargo de La Guardia Civil española en Madrid, en coordinación con Europol.

Hasta este domingo se han detenido en España a 21 personas de origen español, portugués, y colombiano, y se han producido otras cuatro detenciones más en Portugal, Brasil y Francia, informó el Ministerio del Interior español en un comunicado, sin precisar las identidades de los detenidos.

La red tenía más de 8.000 inversores en 70 países, agrega el despacho, e informa que la investigación se inició tras tener conocimiento de que en una cuenta bancaria a nombre de una empresa se reflejaban movimientos de dinero sospechosos que consistían en el ingreso de 14 millones de euros en pequeñas cantidades en tan solo 2 meses.

La estafa se basaba en el concepto del “comodato”, que consiste en un contrato bilateral en el que una de las partes proporciona a otra el uso y disfrute temporal de un producto con la obligación de devolverlo.

De esta forma, un grupo de inversores creían adquirir un producto que era ficticio a través de una empresa intermediaria a la que pagaban una cantidad de dinero.

La estafa consistía en hacer creer a los inversores que obtendrían beneficios mediante la compra de un producto, que a su vez sería alquilado a otra empresa y el beneficio era proporcional a la cantidad invertida y se podía incrementar en función del número de personas que invirtieran en él.

La estafa se detectó por primera vez en Brasil en el año 2013 y desde allí se extendió a Europa y Túnez con diferentes nombres.

El entramado empresarial disponía de más de 50 cuentas bancarias en varios países y paraísos fiscales y que pudieran haber llegado a tener a más de 8.000 inversores en más de 70 países, llegando a alcanzar los 25 millones de euros en beneficios.