La mujer, que se identificó como Rosemary Thomas, dijo en su publicación que envió la imagen a las autoridades de Nueva York sin haber recibido respuesta.

Posteriormente, el medio digital Huffington Post retoma la historia y señala que ella no pudo ser contactada para ampliar su denuncia.

Sin embargo, este medio reporta que Thomas denunció que su hija estuvo enferma todo el día y acudió al servicio de salud luego de la experiencia vivida, a pesar de no haber comido nada.

Thomas también aseguró que conserva la cabeza del ratón, sin dar más detalles.

El Huffington Post contactó a un vocero del restaurante Popeye quien dijo al medio que está muy preocupado por la experiencia de la señora Thomas y que está en disposición de reunirse con ella a la mayor brevedad que sea posible.

También dijo que inició una investigación interna, sin que hasta el momento haya encontrado ninguna irregularidad.

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