Para este martes, las medidas del presidente de Estados Unidos, así como las mentiras que su administración defiende, son de los temas más comentados.

La petición de los británicos contra Trump muestra que ellos “no se arrodillarán al odio”

“No son tiempos normales, a pesar de que nuestro gobierno y varios de nuestros medios pretendan que lo son. Es bueno ver que muchos pelean contra Trump a través de grandes marchas, demostraciones espontáneas y desafíos legales. Esta petición […] no es un intento de prohibir a Trump; simplemente se pide que él no haga una visita de estado, que la alfombra roja no se disponga para él […] El estado británico reserva su pompa y su ceremonia para aquellos que comparten sus valores. Hacer esto por Trump no es simplemente un apaciguamiento, sino que legitima su régimen”, comenta Suzanne Moore en The Guardian.

La primera ministra del Reino Unido también tiene que manifestarse contra Trump

Así lo sugiere Jack Straw, que fue ministro de relaciones exteriores del Reino Unido. Straw, en The Guardian, comenta que está bien que la primera ministra Theresa May se reúna con Trump. “Sin embargo, su rechazo a condenar la prohibición a los siete países [decretada por Trump] fue poco impresionante, y ella necesita ejercer más presión para persuadir a Trump a abandonar esta política terrible y autodestructiva”.

“La primera ministra ahora tiene que tranquilizar a los británicos musulmanes que valoramos por lo que son y por su fe”, indica el exfuncionario.

A pesar de que son del mismo partido, los republicanos están alarmados al ver que Trump está haciendo lo que prometió

Dana Milbank, en The Washington Post, recuerda que algunos republicanos decían que no había que tomarse literalmente todo lo que decía Trump durante campaña.

El columnista lo hace para mostrarles a los miembros del partido del presidente que eso que no había que tomar de forma literal sí es muy serio.

“Líderes de negocios, incluídos algunos que previamente han sido amistosos con Trump, han protestado contra la prohibición de viajes, y algunos republicanos en el Congreso se están oponiendo a Trump con eso”, comenta Milbank, y agrega:

¿Entonces ahora sí están preocupados? Muchos de estos donantes, como los republicanos en el Congreso, optaron por no tomar literalmente lo que decía Trump durante campaña, mirando hacia un lado cuando se presentaban repetidas señales de advertencia. Ahora tiene un serio problema, como todos nosotros”.

Trump “amenaza los valores democráticos de integración y apertura económica que han definido a Estados Unidos”

El País de España compiló en un solo enlace siete las opiniones editoriales sobre el nuevo presidente de Estados Unidos.

Pero no es el único texto: hay otros tres del diario europeo sobre Donald Trump. En uno de ellos, menciona la comparación que se ha hecho desde hace tiempo entre la administración de Trump y la distopía de la novela ‘1984’.

Así mismo, en un texto más reciente, el diario comenta lo siguiente sobre Donald Trump:

“La confusión y las protestas que ha originado la orden de Donald Trump de vetar temporalmente la entrada en Estados Unidos de ciudadanos de siete países de Oriente Medio y de refugiados sirios no solo ponen en evidencia un estilo de gobierno inmaduro e irreflexivo sino que […] muestran hasta qué punto la presidencia de Trump está poniendo en juego desde el primer minuto los valores más esenciales en los que se sustenta la democracia estadounidense”.

Configuración personalizada de Facebook y Google a veces nos esconde verdades

Es lo que plantea Cristina Vélez Vieira, en La Silla Vacía, a propósito de la difusión de noticias falsas o de información sesgada.

Vélez Vieira basa su argumento en un libro de Eli Pariser (‘La burbuja de filtros’), que dice que los navegadores y Facebook “deciden qué información vemos y cuál no” con base en la forma en que estas herramientas se configuran para cada usuario.

En ese sentido, a una persona que abiertamente (o sea, en su Facebook) se muestre a favor de cierta política no le van a aparecer posturas contrarias que, incluso, puedan hacerle ver que está equivocada:

Así lo que uno ve en internet es hecho cada vez más a la medida de cada usuarios; de acuerdo a lo que ya leyó, compartió o compró y excluyendo sistemáticamente grandes partes del infinito mar de información que está afuera. Un pedazo de la realidad se vuelve simplemente invisible a los ojos, pero como no entendemos el algoritmo no sabemos cuál”.

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