Las imágenes muestran a un niño rubio y otro de raza negra que se dan un interminable abrazo y que tratan de llorar ante los intentos, infructuosos, de separarlos.

“Tiene que dejarlo ir”, se oye a Edwards comentar, entre risas con la mujer adulta encargada del niño blanco, pero cuanto más les dicen, con mayor fuerza se abrazan.

Finalmente, lo bebés terminan por separarse, pero a las claras no están contentos con haberlo hecho, a juzgar por los sollozos y la refunfuñadera.

El video tiene más de un año de publicado, pero volvió a tomar fuerza en las redes sociales, y ya completa más de 20 millones de vistas.

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