La pequeña también también llegó al Hospital Materno Infantil Cuatricentenario con deshidratación severa, la cual fue atendida de inmediato, según informó el diario venezolano La Verdad.

Toda esta situación inició cuando los padres de Jénnifer Barrueta compraron la leche en el mercado Las Pulgas, en el centro de Maracaibo, y se la vendieron como si fuera fórmula para bebés. Luego del llanto incesante de la pequeña, así como el constante vómito y la diarrea, decidieron llevarla al hospital, en donde no pudieron dejarla por falta de insumos.

Diana Rodríguez, madre de la niña señaló a ese medio que “no se atrevieron a hospitalizarla porque no había qué darle. La enviaron para la casa mientras consigo las medicinas, pero las más importantes no las hay”.

El papá de la bebé, Jeffry, intenta por todos los medios conseguir el dinero para las necesidades de su hija: trabaja como conductor de autobuses en la ciudad y al final de su jornada solicita permiso para pedir dinero entre los usuarios.

“Me tuve que llenar de valor y valentía por mi bebé porque con lo que hago diario no me alcanza, era pedir o sacrificar la comida y los alimentos de las otras dos hijas”, concluyó.

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