La silla mantiene a esta pequeña canadiense muy activa, pues entrena otros músculos y le permite adoptar una mejor posición para sentarse.

La chiquita también tiene espina bífida. Por ello, sus padres le fabricaron una silla muy ergonómica, de tamaño ideal para moverse en pequeños espacios y con un diseño que le permite a la niña girar con agilidad e impulsarse con rapidez, a tal punto que tuvieron que ponerle unos topes para evitar accidentes.

Este video muestra el testimonio de la madre, Evelyn Moore, quien dice que como padres, hay días buenos y días malos en la lucha que tienen que librar día a día para criar, cuidar, entrenar y lidiar con la discapacidad de su hijita. Hay médicos que quieren replicar el avance para producir las sillas en serie.

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