Se trata de una cápsula que iría inmersa en el fuselaje de la aeronave y que estaría conformada por las sillas donde se ubican los pasajeros, la bodega para el equipaje y un paracaídas que ayudaría a que los pasajeros caigan sin peligro desde cualquier altura a la hora de la emergencia.

El invento está diseñado para caer en cualquier tipo de terreno o temperatura. Además, está creado para desprenderse de la aeronave en el despegue, durante el vuelo o en el momento de aterrizar, en cuestión de segundos.

Según la Organización Internacional de Aviación Civil (ICAO, por sus siglas en inglés), en los últimos 10 años el 8 % de los accidentes aéreos ocurrió durante el despegue, el 21 % en el momento de aterrizar, y el 71 % mientras el avión volaba. Además, dice el estudio que el 75 % de los accidentes ocurre por causas humanas.

El invento fue creado por el empresario ruso Tatarenko Vladimir Nikolaevich, que asegura que su emprendimiento tecnológico podría salvar miles de vidas al año.