El periódico ‘The Washington Post’ dijo que se trató del vuelo 895 de United Airlines, que tuvo que ser desviado hacia el aeropuerto de Anchorage, Alaska, este jueves.
Todo parece indicar que el pasajero no tenía un desorden estomacal sino mental, pues las autoridades no lo detuvieron ni levantaron cargos, pero fue llevado a un hospital para evaluación psiquiátrica.
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El avión pasó toda la noche en mantenimiento, y los demás pasajeros tuvieron que ser alojados en hoteles. La aerolínea empezó a adelantar labores para lograr que sus clientes lleguen a sus destinos lo más pronto posible.
Este es el más reciente incidente que tiene como protagonista a una aerolínea estadounidense aunque, a todas luces, es el menos desafortunado, ya que en ocasiones pasadas fueron los pasajeros quienes se vieron afectados físicamente por inconvenientes con las compañías.
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