El sospechoso, un francés nacido en 1998 en Mauritania, con antecedentes psiquiátricos, fue tenido el sábado, poco antes de la media noche, después de pasar por la fuerza uno de los controles de seguridad de la Torre Eiffel y comenzó a gritar “¡Allahu Akbar!” (dios es grande).

El joven fue rodeado por los soldados que están permanentemente estacionados en el célebre monumento parisino y obligado a tirar su arma, lo cual hizo sin atacar a nadie, indicó una fuente de seguridad.

La sección antiterrorista de la fiscalía de París abrió una investigación por “asociación de malhechores terroristas con la intención de cometer crímenes contra personas”, y por “intento de asesinato de personas de la autoridad pública”.

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La policía, en primer momento, había descartado que se tratara de un atentado terrorista, pero el hombre confesó que quería atacar a un soldado y que un contacto en el seno del EI “lo animó a pasar el acto”.

Según las primeras investigaciones, el joven llevaba meses ingresado en un centro psiquiátrico, pero pudo ir el sábado a la Torre Eiffel porque le habría concedido un permiso de salida entre el 4 y 6 de agosto.

El sospechoso aprovechó para visitar el monumento, iluminado de manera especial con los colores del PSG por la llegada de Neymar al club capitalino.

AFP

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