Y esa es una de las estimaciones más conservadoras porque analistas financieros, consultados por La Nación de Argentina, coinciden en que el vecino país podría pasar de la noche a la mañana a duplicar su inflación hasta llegar al 30.000 %.
Asdrúbal Oliveros, de Ecoanalítica, afirmó que el deterioro de la economía venezolana tendrá serias consecuencias sociales, no vistas del todo, peores a las registradas por un país como Siria, arrasado por la guerra desde hace más de 2 años.
El economista Orlando Ochoa, consultado por el medio argentino, señala a 2007 como el año en el que empezó la crisis.
“Tras el triunfo electoral del Hugo Chávez empezó la agresiva toma de activos del sector privado, la hostilidad hacia los inversores y los gastos sociales ingentes para controlar electoralmente a las masas”, indicó el analista.
Así fue como empezaron a gestarse las dificultades en Venezuela en donde también ha influido la política intervencionista del Estado, el control de precios, la toma de los sectores productivos, el control total de las importaciones, el entramado burocrático y la corrupción.
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La falta de dinero efectivo obligó a que Nicolás Maduro echara mano al dinero inorgánico (la criptomoneda Petro) para financiarse. Aunque eso no lo salvará de la caída de los ingresos de la nación y que lo dejaría cerca a vivir una situación ruinosa comino la vivida por Hungría después de la segunda Guerra Mundial.
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