Según Independent, el asesino envió a la mujer a ese país asiático para que no interfiriera en su plan, que además de muertos, dejó más de 500 heridos. Danley, de 62 años, había llegado a Filipinas hace algunas semanas.
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Una hermana de la mujer le ofreció una entrevista al Channel 7 TV, de Australia, en la que aseguró que Marilou “no sabía nada sobre los asesinatos”, y afirmó que estaba sorprendida de que su hermana hubiera viajado a Filipinas.
Otra hermana de la mujer, que vive en la ciudad australiana de Brisbane, dijo que cree que Marilou sabía que Paddock poseía armas de fuego, pero no tantas como se le encontraron: 19 en su casa de Mesquite y 23 en el hotel Mandalay Bay, desde el que ejecutó la masacre.
Ahora, la mujer regresó a Estados Unidos, donde es requerida por la justicia para un interrogante, agrega BBC. De hecho, hizo contacto con agentes federales estadounidenses tan pronto como aterrizó en el aeropuerto de Los Ángeles.
Las autoridades de Filipinas informaron que estaban investigando por qué Paddock le envió la nada despreciable cifra de 100 mil dólares a su compañera poco antes de la masacre. Un funcionario anónimo estadounidense aseguró que podría tratarse de una especie de seguro de vida para ella.
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