La policía tardó apenas 4 horas en localizar a la niña. Lo hicieron luego de que algunos vecinos señalaran la casa de un hombre que en los últimos días había llamado a las niñas del barrio “desde detrás de un alambrado”. Al entrar allí, los agentes encontraron el cuerpo de Camila estrangulado y cubierto con una bola en la tina del sujeto, identificado como José Carlos Varela, informa El País.

Romina, una vecina que acompañó a la policía dentro de la casa del presunto asesino, dijo:

“Tenía a la nena muerta escondida en la bañera. Y había guardado su bicicleta en un cuarto oscuro, cubierta con una lona negra”.

Sergio Terrón, fiscal del caso, dijo que Varela interceptó a la niña, la llevó hasta su casa y allí abusó de ella y finalmente la asesinó. Los brazos del presunto asesino tenían rasguños y sangre, prueba de que la niña trató de defenderse. El fiscal Terrón se mostró convencido de que es Varela el autor del crimen, ya que las pruebas que han logrado conseguir son concluyentes, y afirma que era consciente de la “monstruosidad” que cometía.

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Los vecinos de la ciudad reaccionaron con rabia hacia el presunto asesino, y cuando estaba bajo custodia de la policía, trataron de lincharlo. De hecho, le lanzaron piedras y hasta quemaron 2 patrullas de la policía. Las autoridades dispersaron a la turba enardecida con gases lacrimógenos y balas de goma. 3 policías quedaron heridos, dice Clarín.

Ahora, Varela sigue detenido y está acusado de “homicidio agravado por alevosía, ensañamiento y criminis causa”. Por eso, podría recibir una pena de prisión perpetua.