Esos anuncios políticos, pagados en la red social por cuentas falsas operadas probablemente desde Rusia iban dirigidos a grupos demográficos clave en ambos estados y usaban mensajes divisivos, entre ellos, alentar un sentimiento antimusulmán, de acuerdo con las fuentes anónimas citadas por CNN.

Michigan y Wisconsin fueron fundamentales para el triunfo de Trump en el sistema de votos del Colegio Electoral que otorga la presidencia de EE.UU.

Trump se impuso en noviembre pasado a su rival demócrata por la Casa Blanca, Hillary Clinton, por poco más de 10.000 votos en Michigan y en Wisconsin, por alrededor de 22.700.

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Facebook reveló este lunes que estima que unos 10 millones de personas en Estados Unidos vieron al menos uno de los más de 3.000 anuncios políticos pagados en esa red social por cuentas falsas operadas probablemente desde Rusia en los últimos dos años.

Según Facebook, un 44 % de esos más de 3.000 anuncios fueron vistos antes de las elecciones presidenciales estadounidenses del pasado 8 de noviembre y el otro 56 %, después.

Asimismo, la red social calcula que una cuarta parte de esos anuncios no alcanzaron a ninguno de sus usuarios.

Facebook aseguró recientemente que 470 cuentas falsas operadas probablemente desde Rusia gastaron alrededor de 100.000 dólares en contratar más de 3.000 anuncios políticos en esta red social en los últimos dos años.

El fundador y consejero delegado de Facebook, Mark Zuckerberg, entregó la información sobre esas cuentas y anuncios al fiscal especial Robert Mueller, que lidera la investigación federal sobre la presunta injerencia rusa en los comicios de EEUU y los supuestos contactos entre la campaña de Trump y el Kremlin.

Por otro lado, Twitter anunció la semana pasada el cierre de 201 cuentas que estaban vinculadas a los mismos operadores rusos que publicaron miles de anuncios políticos en Facebook.

En la mira de los investigadores, tanto del equipo de Mueller como del Congreso de EEUU, está descifrar cómo operadores rusos usaron Facebook, Google, Twitter y otras redes sociales para tratar de sembrar división y desinformación durante la contienda por la Casa Blanca.

EFE