“Los alemanes que participen en combates en el extranjero con milicias terroristas y que posean otra nacionalidad deberían perder su nacionalidad alemana”, dijo el ministro durante una rueda de prensa.

Un total de 820 yihadistas dejaron Alemania para viajar a Siria e Irak, según un conteo del mes de mayo de los servicios secretos alemanes. Casi un tercio de ellos ya ha vuelto a Alemania y alrededor de 140 fueron abatidos. Unos 420 estarían todavía en territorio sirio o iraquí.

Aún así, y según él mismo reconoció, el ministro conservador tendrá que negociar duramente con los socialdemócratas (SPD), socios en el gobierno de Angela Merkel, si quiere imponer esta medida.

“Éste será un punto difícil (de tratar) con el SPD, pero pienso que acabará siendo aceptable” para este partido, dijo, fijándose como objetivo que la medida sea adoptada, junto a otras, antes de las elecciones legislativas del otoño (boreal) de 2017.

Un responsable del partido de Los Verdes, Volker Beck, dijo que la medida se había planteado de manera “precipitada”.

De Maizière subrayó que ya era posible privar de su nacionalidad alemana a los binacionales que combaten en fuerzas regulares de un país extranjero.

“No entiendo porqué decimos ‘hacer esto está fuera de cuestión’ cuando un [binacional] combate para una milicia terrorista similar a unas fuerzas armadas y que se considera como un ejército”, destacó.

Francia también propuso la retirada de la nacionalidad en casos similares tras los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París pero la iniciativa fracasó.

Entre otras medidas propuestas el jueves, después de los dos ataques de fines de julio, reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), y que habrían sido cometidos por migrantes, De Mazière quiere que la “puesta en peligro de la seguridad pública” sea motivo de arresto y así poder detener rápidamente a personas sospechosas de perpetrar ataques y acelerar los procedimientos de expulsión.

Además, De Mazière propuso aumentar los efectivos de la policía “en los próximos años en varios miles de personas”, invertir en tecnología de reconocimiento facial y fundar una oficina central encargada de luchar “contra la criminalidad y el terrorismo en línea”.

Alemania, que acogió a más de un millón de migrantes en 2015, quedó conmocionada en julio por el ataque con un hacha cometido en un tren por un adolescente de 17 años, probablemente afgano (otros señalan que era paquistaní), que dejó cinco heridos, y por un atentado perpetrado por un kamikaze que hirió a quince personas en las inmediaciones de un festival de música.

AFP

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