Hay que recordar que la iniciativa catalana fue considerada ilegal por la justicia española.

A dos días de la votación, el ministerio de Exteriores alemán modificó las recomendaciones a los viajeros en su página web y aconseja a los alemanes que se hallan en Cataluña “seguir los medios de comunicación locales, evitar las grandes concentraciones (…) y seguir al pie de la letra las recomendaciones de las fuerzas del orden”.

“La policía y la justicia española tratarán de impedir la votación. Pueden haber manifestaciones en reacción, sobre todo el Barcelona”, capital de la región, y “no se puede descartar una escalada”, insiste el ministerio.

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España vive desde principios de septiembre una de sus peores crisis políticas desde el restablecimiento de la democracia.

Tras cinco años reclamando una consulta sobre la independencia de Cataluña, rechazada repetidamente por el gobierno conservador español de Mariano Rajoy, el presidente catalán Carles Puigdemont decidió llevarla a cabo desoyendo las prohibiciones judiciales.

Pero la incertidumbre rodea su celebración: numeroso material electoral fue incautado, departamentos claves en su organización están controlados de cerca por la policía, el órgano de supervisión electoral tuvo que ser disuelto y además la justicia ordenó cerrar las sedes de votación.

La policía regional catalana se mostró reticente a cumplir con la orden de cerrar los puntos designados centros de votación alegando el “más que previsible riesgo de alteraciones del orden público que se pueda derivar”.

AFP

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